Noviembre saharaui: El limbo de Mariano Rajoy
con los presos políticos saharauis.
Alfonso Lafarga.- El
presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, pidió el 18 de noviembre de
2017 la liberación de las personas que sufren privación de libertad por sus ideas y actividades
políticas; los presos políticos según establece la Resolución 1900 de la Asamblea
Parlamentaria del Consejo de Europa de 3 de octubre de 2012.
Lo hizo con motivo de la
entrevista que mantuvo con al exalcalde de Caracas Antonio Ledezma, al que
expresó su compromiso con una solución plenamente democrática para
Venezuela, que “necesariamente” pasa por la liberación de los presos políticos y la convocatoria
de elecciones.
No es la primera vez que Rajoy exige la libertad de los presos políticos
venezolanos: lo expresó el 1 de agosto de este año, cuando manifestó que “la
paz, la democracia y la libertad de los presos políticos han de ser
inquebrantables”; el 28 de julio, al señalar que el Gobierno de España
está por la liberación de los presos políticos, en contra de la violencia, a
favor del derecho de manifestación y de unas elecciones que den la palabra al
pueblo; el 8 de julio, en Hamburgo, después de la clausura del G-20; el 16 de
febrero, al cumplirse tres años del encarcelamiento del opositor venezolano
Leopoldo López…
Y otras muchas más. Es el perseverante
compromiso del Gobierno de Rajoy con los presos políticos venezolanos, la misma
constancia con la que ignora a los presos
políticos saharauis, habitantes de un territorio que España no descolonizó y entregó a
Marruecos, régimen que se niega a realizar el referéndum de autodeterminación
al que se comprometió con el Frente Polisario bajo el amparo de la ONU.
Precisamente en noviembre se celebraron
en el Parlamento Europeo las jornadas “Violaciones de Derechos Humanos en el
Sáhara Occidental”, en las que se ha puesto de manifiesto la extrema situación en que se encuentran los presos
políticos saharauis, en especial los del grupo de Gdeim Izik, que fueron
condenados a penas de 20 años de cárcel a cadena perpetua en un juicio
denunciado por sus múltiples irregularidades y sobre el que el Gobierno de
Rajoy no dijo ni palabra.
La eurodiputada de Izquierda Unida Paloma López pidió que Marruecos permita
a la Cruz Roja Internacional visitar a los 19
presos de Gdeim Izik que permanecen en prisión, como han solicitado numerosas
organizaciones internacionales, así como su reagrupamiento ya que fueron dispersados por diferentes cárceles
marroquíes, en algunos casos a 1.300 kilómetros de distancia de sus familias.
Citó el caso del preso Naama Asfari, por el que Marruecos fue condenado en diciembre de
2016 por el Comité contra la Tortura de la ONU y a cuya esposa,
Claude Mangin, de nacionalidad francesa, no se le permite viajar a Marruecos;
el 20 de octubre fue a visitar a su marido y fue expulsada de Rabat.
Si las alusiones del presidente del
Gobierno de España a los presos políticos (venezolanos) son continuas, también
lo son las referencias a la defensa de los Derechos Humanos. Rajoy se
comprometió a defender los DDHH con motivo de la presencia de España en el
Consejo de Seguridad en los años 2015 y 2016, protección que es
“una de las prioridades fundamentales de la política
exterior española”, según expone la página web del ministerio de Asuntos
Exteriores y de Cooperación. Pero esto parece tener una excepción cuando se trata del Sáhara
Occidental.
En lo que respecta a los presos
políticos saharauis , el presidente Rajoy sigue “sin enterarse de lo que ocurre”, que es como define
la Real Academia de la Lengua (RAE) la coloquial locución adverbial estar “en el limbo”.
La siguiente es una relación de hechos ocurridos en noviembre de 2015
en el Sáhara Occidental bajo ocupación marroquí y cárceles de Marruecos
con presos políticos saharauis , según datos de organizaciones de
Derechos Humanos y medios de información saharauis, tanto oficiales como
independientes:
Publicado por Contramutis.wordpress

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